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Irlanda te invita a dormir en uno de sus castillos

Con innumerables castillos repartidos como cápsulas del tiempo por toda la isla, ¿por qué no te adentras en la historia de Irlanda y pasas la noche en uno de ellos?

Puede que los hoteles de ciudad sean maravillosos y que los B&B sean los refugios más acogedores, pero que puede haber algo mejor que una estancia en un castillo, ya que no importa si ha crecido soñando con luchas contra dragones o envidiando a las princesas confinadas en torres, hay algo en un castillo que capta la imaginación.

Quizá por eso Irlanda tenga tantos hoy en día y durante los últimos mil años, han definido el paisaje: alzándose sobre ciudades medievales como el castillo de Trim, en el condado de Meath, aferrándose a acantilados golpeados por las olas, como el castillo de Dunluce, en el condado de Antrim y permaneciendo firmes mientras las ciudades decaían y florecían a su alrededor como el castillo de Dublín.

Pero si se limitas a una visita por la tarde, la magia del castillo solo permanecerá contigo mientras te encuentres dentro de sus muros invencibles y por qué no se alojas una o dos noches y haces realidad los sueños de su infancia.

Cada uno de los castillos de Irlanda tiene su propia historia y ofertas exclusivas para los visitantes. Si eres un amante de las cosas más exquisitas de la vida, te encantará alojarte en el castillo de Dromoland, el castillo de Lough Eske y el castillo de Ashford; todos ellos quintaesencia del lujo con sus restaurantes gourmet, spas galardonados y los niveles de calidad propios de establecimientos 5 estrellas.

En el extremo opuesto se encuentra Black Castle, calentado por una chimenea imponente y sin wifi ni electricidad en el salón principal, resulta ideal para vivir una auténtica vida medieval.

Asimismo se tienen castillos donde los huéspedes pueden pasar la noche codeándose con sus propietarios, Sean Windsor, señor del castillo de Wilton, se complace en compartir su historia con los visitantes, mientras que el séptimo conde de Erne lleva años abriendo las puertas del castillo de Crom, en el condado de Fermanagh.

Asimismo puede ir un paso más allá y alquilar todo el lugar para la familia, con camas con dosel y las escaleras en espiral del castillo de Clomantagh parecen sacadas de un cuento, y no tendrá que compartirla con nadie.

A diferencia de lo que ocurre en el castillo de Ballygally, donde un fantasma habita en la sala de la torre, ya que aunque alojarse en un castillo sería suficiente para satisfacer el entusiasmo de los viajeros, estos edificios históricos ofrecen muchísimo más que su ambiente en sus inmensos terrenos.