La fiesta marcha en Zacatecas
Las célebres callejoneadas se han vuelto un fenómeno tan cultural como turístico en un destino donde la fiesta no para.
Y es que la ciudad de Zacatecas presume sus encantos ante los ojos del viajero lo mismo de día que de noche. Estamos hablando de un destino donde las celebraciones siempre encuentran una explicación en la historia.
La capital zacatecana fascina con su Centro Histórico labrado en cantera rosa, sus calles sinuosas que suben y bajan y el sonido de la alegre tambora que aquí encontró una de sus cunas.
¿Buscas un destino cercano a Jalisco que te permita lo mismo viajar en el tiempo que disfrutar de la algarabía más mexicana? Entonces tus pasos quizás quieran dirigirse al Norte, allí donde todo es posible, allí donde Zacatecas nace.
¡A ponerse las botas!
El Centro Histórico de Zacatecas es uno de esos rincones del mundo que vale la pena recorrer con toda calma y por supuesto, hacerlo a pie. ¿La mejor forma de hacerlo? En una tradicional callejoneada, al ritmo de la tambora y con un caballito de mezcal en la mano.
Usualmente el recorrido comienza en la Plaza de Armas y recorre los sitios más emblemáticos, entre calles y callejones, del corazón de la ciudad hasta llegar a la Alameda. En el trayecto serás agasajado por tragos de mezcal, bebida que se da en esta Entidad y que suele ser otorgada por los guías que organizan este recorrido. Todo lo anterior, al ritmo del tamborazo que tan bien representa a los zacatecanos, que para la fiesta se pintan como nadie.
Pero, ¿cómo surge esta animada tradición? Aquí en TuriTips te presentamos la historia.
De la mina a la fiesta
Zacatecas es una Entidad cuya historia se sumerge en su riqueza minera, actividad ha sido durante siglos uno de sus principales motores económicos, y es en efecto de ella de la que proviene su tradición festiva.
Y es que durante los primeros años del apogeo minero, los trabajadores celebraban el día de pago de una manera muy entusiasta: recorrían las calles de la ciudad bebiendo mezcal y cantando en grupo para celebrar un día más de haber sobrevivido a la ardua y peligrosa labor bajo tierra, jolgorio que se prolongaba hasta el amanecer.
Según historiadores, “la música del tamborazo que acompaña a las callejoneadas surgió gracias a la labor que desempeñaban los barreteros (se les conoce así a los hombres que trabajaban en la minería con barretas, también conocidas como cuña o pico) que, al utilizar su herramienta, producían un sonido parecido a la música, estas herramientas posteriormente fueron adaptadas a instrumentos musicales para crear el famoso tamborazo”.
El paso de las décadas vio disminuir la actividad minera en la capital (aunque continúa en los municipios aledaños), pero lo que se mantiene sin alteraciones es la callejoneada, cuya esencia llega hasta nuestros días, convertida en una atracción turística irresistible.
De la boda a la calle
Un tip para los tortolitos que estén planeando su boda en suelo zacatecano, pues la Secretaría de Turismo de Zacatecas cuenta con un programa en el que se otorga la experiencia de la callejoneada para quienes realicen su boda en esa Entidad, siempre que provengan de otras entidades del país (como Jalisco) o del extranjero.
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